Por más Memoria, Verdad y Justicia. El Archivo no se toca
Y como lo anunciamos…allí
estuvimos. Miles nos encontramos en el abrazo simbólico al edifico donde se
encuentra el Archivo Nacional de la Memoria en el Espacio de la Memoria, ex
ESMA.
Sobrevivientes de la última
dictadura cívico-eclesiástica-empresaria-militar, Abuelas, Familiares, Hijos, Madres,
referentes de derechos humanos, militantes, artistas y centenares de adherentes
decidimos estar presentes para defender la continuidad de su titular, el nieto
recuperado Horacio Pietragalla Corti y acompañar la lectura de la solicitud de
audiencia al presidente Mauricio Macri que los organismos efectuaron con
carácter de urgente exigiendo, entre otros puntos, participar en la designación
de las nuevas autoridades, como ocurrió durante la gestión de Cristina
Fernández de Kirchner.
En el pedido de audiencia también
los organismos manifiestan su preocupación por la situación de incertidumbre
que atraviesa la institución y remarcan “la
ausencia de información acerca de las políticas que su gobierno va a
implementar en materia de memoria, verdad y justicia”.
Exteriorizan en el mismo, además,
la inquietud que les causa “las
declaraciones públicas expresadas por el actual Secretario de Derechos Humanos,
Claudio Avruj, acerca de un cambio de paradigma en materia de derechos humanos”
y del patrón que el reciente electo gobierno nacional desea “asignar a los organismos”.
Por último, señalan que el
Archivo fue creado por iniciativa de los organismos “con el objetivo de salvaguardar la documentación vinculada al
terrorismo de Estado, basada fundamentalmente en el testimonio aportado por las
víctimas y sus familiares”; y que esa documentación “fue y sigue siendo un insumo central para todas las causas judiciales
de lesa humanidad que se impulsaron en nuestro país”.
Pero esa lectura sucedió después
de una amena espera, aguardando la llegada de los representantes de los
distintos organismos de derechos humanos; con música de Charly García y Los
Redondos, entre otros. Cerrando en vivo “el negro” y querido Horacio Fontova,
regalándonos sus canciones, anécdotas, coreando junto a la multitud y saludando
con los dedos en “V”.
Sentimientos encontrados se
sucedían y, en lo particular, cuando luego de la lectura del documento Horacio
Pietragalla Corti deslizó sus primeras palabras, se mezclaban en mi ser el
actual momento con las emociones recientemente vividas en “ese espacio” que hoy
abrazábamos, cuando junto a unas decenas de compañeras/os cursamos un viernes y
sábado por mes durante los dos últimos años -terminamos las clases sobre el
final del año pasado- la “Maestría en Derechos Humanos, Estado y Sociedad” que
la Universidad de Tres de Febrero (UnTreF), junto a la Secretaría de Derechos
Humanos de la gestión gubernamental anterior dictaron; y, de la que somos la
primera cohorte de formadores de formadores en Derechos Humanos que cursaron
sus clases en el Archivo Nacional de la Memoria.
Cuando pude regresar con mi
mente, Horacio Pietragalla ya estaba explicando que no debe mal interpretarse
el encuentro del día de hoy. “No es para
defender un cargo, es para defender el espacio que tanto nos costó construir,
para defender la documentación y los testimonios que conforman nuestra Memoria.
Si hasta ‘ad honorem’ trabajaría”, nos decía palabra más, palabra menos.
Luego, siguieron las frases de
Taty Almeida, por Madres Línea Fundadora; Lita Boitano, en representación de
Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas; la representante
de H.I.J.O.S., Jazmín Aguat; cerrando Estela de Carlotto, por Abuelas de Plaza de Mayo.
Todas coincidieron en no
retroceder en la defensa de los derechos conquistados, custodiar lo construido
con tanto esfuerzo y recalcaron que la lucha debe ser siempre en paz, con
tranquilidad y esperanza.
Que mejor ejemplo a seguir que el
de estas luchadoras incansables que han sabido esperar con Memoria y Verdad, la
Justicia por derecho que por casi 40 años le negaron; nunca por mano propia
como siempre repiten, pero firmes. Hoy con bastones “porque no se arrodillan ante nadie”, pero siempre de pie, en paz,
con paciencia y tenacidad.
Nos fuimos con el siempre y fuerte “¡30.000
compañeros detenidos-desaparecidos presentes…ahora y siempre…!”
Las persianas de los elegantes
edificios de enfrente estaban cerradas, bajas; alguna señora se asoma y se
esconde. Nosotros nos retiramos cantando, contentos, porque sabemos que no nos
van a robar la alegría.
Y si, finalmente el amor vence al
odio.
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