viernes, 8 de enero de 2016

Dos movilizaciones, dos reclamos, una misma necesidad

En una tarde calurosa, pero no tanto, pasada las tres de la tarde, con una concurrencia que aumentaba de a poco, las Madres ingresaron a la Plaza de Mayo para nuevamente realizar sus rondas alrededor de la Pirámide. Bajo la consigna de “El futuro es nuestro” y luego efectuar las vueltas respectivas, cerró el acto Hebe de Bonafini, instando a seguir defendiendo los derechos conquistados.

Muchos de los concurrentes partimos desde allí hacia el Centro Cultural Kirchner (CCK), donde nuevamente sus trabajadores convocaron a público en general, artistas, trabajadores, organizaciones sociales y culturales y medios de prensa a solidarizarse con el reclamo que realizan para que sean atendidos por las nuevas autoridades del Centro Cultural.

El conflicto actual en el CCK tiene su centro de gravedad en el despido de 600 empleados, de los 710 que trabajan en esa institución. Pero de la misma forma que en la intervención del Afsca (que antes de la publicación del decreto en el Boletín Oficial que intervenía el ente prohibieron el ingreso a su personal), las autoridades prohibieron el ingreso de los trabajadores al CCK antes de ser despedidos.

El argumento ideológico utilizado por Hernán Lombardi, ya que asegura que el 81% de los trabajadores eran kirchneristas e ingresaron en el 2015, además de estigmatizador lo muestra más absurdo, porque el Centro Cultural fue inaugurado el 21 de mayo del 2015. La pregunta surge sola: ¿Cuándo debían ser contratados los trabajadores?



La respuesta surge sin necesidad de ser escrita.  

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