jueves, 28 de enero de 2016

El futuro de nuestro pasado presente - Cuarta Entrega




La no conformación de una burguesía nacional


Nuestra “densidad nacional”[1], a diferencia de la europea, no estuvo conformada por una clase gobernante identificada con el Estado y en defensa de sus intereses; interactuando con las demás naciones de forma tal que sean las propias fuerzas productivas de la sociedad las que marcaran el ritmo de crecimiento y el desarrollo sustentable, sostenido sobre la base de una comunidad de intereses.

La puja de intereses sectoriales, la desigual distribución del ingreso, la exclusión social como regla y no como consecuencia de crisis económicas internacionales, más la no conformación de una burguesía nacional -abortados los pocos intentos que pretendieron crearla- fueron alejando la posibilidad de un desarrollo de las fuerzas productivas que pudieran crear la riqueza suficiente para superar las etapas del crecimiento económico consolidado. Mientras los países desarrollados surgidos como estados organizados políticamente fueron superando las distintas fases económicas necesarias para su desarrollo -de la fase agrícola a la industrial, de ésta a la de servicios, luego a la etapa tecnológica y, por último, a la del conocimiento-, incluyendo siempre a la etapa anterior, Argentina y la región latinoamericana aún se debate en tratar de superar o mantenerse en la primera etapa: la economía agrícola-ganadera. Nuevamente Aldo Ferrer sintetiza claramente este proceso:

“…En América Latina, la tradición incluye la fragmentación social, el sometimiento originado en la conquista y la esclavitud, concentración y extranjerización del dominio de los recursos y el pensamiento alienado asociado a los intereses de los centros de poder transnacional. Es decir, condiciones inadecuadas con la gestión del conocimiento y el desarrollo económico. Así se explica que, después de dos siglos desde la independencia, no hayamos logrado alcanzar un nivel de desarrollo y bienestar a la altura de los recursos disponibles. El desafío de nuestros países es así más complejo que en otras partes, porque, en ellos, debemos, simultáneamente, enfrentar los desafíos del futuro y remover los obstáculos históricos a la construcción de la densidad nacional”[2].

Bajo estas circunstancias, el inicio del siglo XX encontró a nuestro país y al continente latinoamericano sumido en la crisis capitalista denominada “Gran Depresión” o “Crisis del ‘30”, donde el sistema internacional comienza a dar alertas sobre la desigual distribución de ingresos intra y extra fronteras.

Sin dudas, la crisis del ’30 hizo añicos el sistema económico liberal vigente en ese momento. John Maynard Keynes, ya venía advirtiendo antes de la crisis el perjuicio en la economía real de la no regulación del mercado de capitales (publica entre otras divulgaciones, en 1926, “El fin del laissez-faire”) y en 1936 su “Teoría general sobre el empleo, el interés y el dinero”, origina el surgimiento de una nueva ciencia de la economía basada, en términos muy sintéticos, en la estimulación de la demanda a través del consumo de la sociedad con alta tasa de empleo e inversión, gestión y control del Estado de las variables macro y microeconómicas principales. Su influencia es tan importante que es designado representante británico en la conferencia de Bretton Woods, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, reunión que culmina con la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), entre otras decisiones tendientes a que la crisis no vuelva a repetirse. Aunque la delegación norteamericana consigue imponer sus puntos de vista en el tratado final, con menor regulación en los mercados de capitales, los especialistas de todo el mundo, incluidos los norteamericanos, le dieron la razón[3].

Desde 1933, pero principalmente desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el poder de decisión del Estado será crucial para el desarrollo de las distintas sociedades. Estados Unidos de Norteamérica, que lidera el proceso relegando a Inglaterra como nación avanzada surgida en el siglo pasado, es un ejemplo claro de la importancia de  la presencia estatal para el desarrollo económico de las naciones. El Estado generará instrumentos económicos y monetarios que regularán, aunque no tanto como se piensa, la expansión del sistema financiero. A nivel internacional, El FMI será el encargado de rescatar a las economías en crisis y supervisará los instrumentos macroeconómicos que puedan afectar la economía internacional, respetando la soberanía de cada Estado. Mientras, el Banco Mundial, solventará el desarrollo de obras públicas e infraestructura necesarias en cada Estado nacional a través del otorgamiento de créditos puntuales a ese fin.

Esta situación no benefició a los países no depositarios de una burguesía nacional consolidada y, a su vez, meros exportadores de materias primas. Ensanchó aún más la brecha entre países ricos y pobres. Los denominados países centrales o desarrollados aprovecharon, además, el enfrentamiento entre el modelo económico capitalista liberal ya existente y el modelo de planificación económica soviético consolidado durante la confrontación bélica internacional y surgido de la abortada revolución bolchevique de 1917. Dicha revolución fue frustrada porque el poder desparramado por Josef Stalin y sus sucesores no tuvo nada que ver con el ideario y con los postulados radicales de Karl Marx, Lenin o, aún, de León Trotsky. El sistema comunista nunca se implementó como tal hasta el presente y el socialista menos aún.

El experimento soviético sólo fue un intento de reforma del sistema capitalista. Pero fue muy efectivo para dividir al mundo en dos e implementar una cultura bipolar de la cual no parecía posible una tercera posición. Políticas que terminaron en un profundo fracaso económico-político para ambos estados contendientes: la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) comenzó su desplome final con la caída del Muro de Berlín (Alemania) en 1989 y dejó de existir en 1991. EE.UU. perdió el liderazgo mundial imperial en la crisis económica desatada en 2008.



[1] Concepto acuñado por Aldo Ferrer que comprende la cohesión social, el liderazgo nacional, la estabilidad institucional y el pensamiento crítico, condiciones todas éstas básicas para desplegar políticas válidas de desarrollo sustentable en el orden global.
[2] Ferrer Aldo. Artículo. Publicación dominical Miradas al Sur. Suplemento “Argentina Económica”. Sección opinión, pág. 6 (11/01/09).
[3] Keynes, John Maynard. Crítica de la economía clásica. Sarpe, pág. 9 (1985).

jueves, 21 de enero de 2016

El futuro de nuestro pasado presente - Tercera Entrega




Colonización política, económica y cultural de América latina


En este contexto, en el que la revolución industrial cambiaba las reglas sociales, políticas, económicas y culturales,  ocurrieron los inquietantes días de mayo de 1810 en el Virreinato del Río de la Plata, con el establecimiento de una Primera Junta de Gobierno que no romperá con la Madre Patria; con su metrópoli, España; sino que jurará por Fernando VII, en defensa del rey español apresado por Napoleón Bonaparte -que había designado a su hermano en reemplazo del rey de España-, y que dominaba casi toda la Península en esos momentos.

A pesar de este desenlace, Mayo de 1810 es importante por el surgimiento de un núcleo de personas criollas (nacidos en la tierra del Plata), patriotas que lucharán políticamente por consolidar la independencia legal años más tarde, transformando esa delgada dependencia del reino español en definitiva independencia política el 9 de julio de 1816, situación que también se fue dando antes y después de esta fecha en los distintos países en América latina.

No obstante, nuestra independencia política contenía una nueva dependencia económica que determinaba que aquellos países que estaban naturalmente favorecidos para producir materias primas deberían producir y exportar sus productos primarios, mientras que aquellos que estaban mejor dotados para transformar la materia prima importada de éstos países en productos industrializados, exportarían manufacturas en el mercado libre entre Estados. De esta forma, habría economía de esfuerzos y cada cual recibiría lo que le corresponde en el libre mercado. Surge así la división internacional del trabajo, determinando los procesos de concentración de riqueza del poder económico que dominará la relación entre Estados hasta nuestros días.

Argentina -constituida como nación a partir de 1865-, así como toda América latina, aceptará las condiciones internacionales definidas políticamente en el centro del poder internacional de aquella época -Europa-, transformándose en el famoso “granero del mundo”. Esta situación se cristaliza gracias a que la burguesía pujante del capitalismo y la modernidad europea -aquella revolucionaria clase burguesa que cambió de raíz el sistema político, económico, social y cultural a partir de su instalación en el poder en el siglo XV con la creación de los Estados Nacionales, desplazando a la nobleza y a la aristocracia como clase gobernante y a la monarquía como sistema político de poder, reemplazándola por la democracia liberal- no se estableció como clase de poder en Argentina y latinoamericana. En parte, por los factores exógenos que condicionaron su conformación una vez establecido el orden económico y político mundial y, también, debido al desarrollo de los conflictos endógenos surgidos entre la élite aristocrática y conservadora que gobernaba en nuestro país y en toda la región y el resto de la sociedad, excluida de las mieles del desarrollo agro exportador que con el tiempo se organizará de diferentes formas hasta conformar un proyecto distinto de país en colisión con los intereses políticos de la oligarquía.


Este empate hegemónico creará la tan mentada hoy “grieta” que no cierra. Por el contrario, se agiganta.

martes, 19 de enero de 2016

La Plaza de Milagro

“Ellos nos tienen miedo” (Estela de Carlotto, Abuelas de Plaza de Mayo)


Uno de los principales socios políticos del actual Presidente, el Gob. de Jujuy, Gerardo Morales, al encarcelar por motivos políticos y sin cometer delito alguno a Milagro Sala, consigue anotar en su gestión y en la del Ing. Mauricio Macri, la primera presa política de este régimen republicano aristocrático. Por pensar diferente y además, con evidencias de violencia de género, por ser mujer.


Hoy en la Plaza de Mayo se repudió enérgicamente la persecución ideológica, la “razzia” que este gobierno efectúa día tras días, concentrando este grito de angustia en la figura de la líder de la agrupación social Tupac Amaru, recientemente -y aún- detenida.

La disciplina de los medios fue abrumadora. Casi ningún medio cubrió la manifestación; C5N y el canal de Crónica comentaron superficialmente la masiva concentración y estuvo presente sólo 360; mientras Telefé realizó una nota sobre el encuentro.

Bajo un Sol radiante, una multitud de manifestantes se acercaron a la Plaza de Mayo organizados en distintas agrupaciones sociales y políticas y, también, en gran medida sin identificación partidaria alguna, a apoyar el pedido y exigencia de libertad a la líder de la Tupac.

Un cartel, detrás del pequeño escenario informal montado sobre un camión, describía el momento actual que sufren los trabajadores en todo nuestro territorio: “66.000 trabajadores cooperativistas despedidos”. Sin motivos ni cuestiones laborales pierden su fuente de ingresos. 

Y cuando no los despiden impunemente, “les retiran funciones”; transformándolos en “ñoquis”.

En el mismo momento que se realizaba la concentración en reclamo por la libertad de la diputada del Parlasur, se rechazaba el recurso de habeas corpus presentado en su favor.

En otro lugar -¿será casualidad que lo hayan hecho en Plaza Alemania?-, con una magra concurrencia y bastantes funcionarios del actual gobierno, los medios masivos cubrían el primer aniversario de la muerte del fiscal Nisman.


Una grieta que se ensancha y una pérdida de legitimidad de la derecha dilapidada.

viernes, 15 de enero de 2016

Las tapas de Clarín que “tapan” la realidad

La operación mediática de Clarín, la Corporación Judicial y Macri


Las tapas hablan por sí mismas, como aquélla del 26 de junio de 2002 . 

Los medios hegemónicos no cambian la realidad, pero sí crean verdades; no ganan elecciones, pero generan clima político para volcar la opinión a favor de sus intereses. 

En estos primeros 14 días del año y a un mes de asumir la presidencia, el Ing. Mauricio Macri, en asociación con el Grupo Clarín y la Corporación Judicial -que no es todo el Poder Judicial-, llevaron a cabo y continúan una operación política persecutoria que tiene como cometido disciplinar a la sociedad con un verdadero efecto de pinzas: ajuste de la economía de bolsillo y generación de terror -que a diferencia del miedo, paraliza- para deslegitimar (y reprimir si es necesario) reclamos de restitución de genuinos derechos arrancados.

La ceocracia que representan necesita insuflar en las noticias el miedo a la pérdida del trabajo, para evitar la recuperación adquisitiva del salario; disciplinar voces -por eso la censura de programas y periodistas-; allanar el camino con acordadas y fallos  de jueces “amigos”; llenar de responsabilidad de todo el “sinceramiento” que están haciendo -como les gusta decir, en lugar de ajuste- a la gestión anterior que, en poco tiempo, serán culpables de haber incitado a Eva para que convenza a Adán militar en contra del status quo decretado por Dios y que, de no haber sido por Cristo, hoy estaríamos cubiertos de “grasa militante”.


Sin embargo, “herejes hubo siempre” y se necesitó de la Inquisición para perseguirlos y quemarlos primero, encerrarlos luego -en fábricas, cárceles, manicomios, monasterios, fuerzas de seguridad y escuelas-, prohibir sus actividades después, hacerlos “desaparecer” posteriormente y finalmente depositar en sus cabezas el pensamiento único y el fundamentalismo de mercado. 

Pero no bastó. 
La“grasa militante” volvió a rebasar los límites del Estado Gendarme del capital (en su versión financiera, a partir de la década del ’80).


















Así que ahora hay que estigmatizarlos, etiquetarlos, denunciarlos y quitarles cualquier atisbo de esperanza. Para eso se necesita presentar a la sociedad un enemigo a combatir, para justificar la transferencia de ingresos nuevamente a su favor. Por eso la distracción de la “fuga” y “captura” programada que acaparó casi todas las tapas en este mes. Y, cuando eso no alcanzó, se mezclaron noticias de adolescentes embarazadas en aumento y anuncios de más medidas económicas regresivas, con acusaciones de vinculaciones del gobierno anterior con el narcotráfico; fin este último que persigue acusar penalmente a la más “hereje” de todos los infieles: Cristina Fernández de Kirchner. Las tapas no mienten.

Pero así como el Sol no se puede tapar con la mano, la realidad tampoco se puede ocultar con unas tapas; y lo que se describe a continuación sucedía "realmente" en estos 14 días en nuestro país, mientras el Presidente se tomaba vacaciones, Gabriela Michetti elegía ropa en Galerías Pacífico y Eugenia Vidal se maquillaba para el programa de "la Legrand":

Se eliminaban planes provinciales como Sumar y Envión.

2.000 cooperativistas privados que trabajaban en el Espacio para la Memoria (ex ESMA) en obras de mantenimiento, eran despedidos.

130 personas eran echadas del AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) además de su intervención y no reposición de su titular, Martín Sabbatella, desoyendo fallos judiciales que así lo disponen.


Decenas de personas en el Banco Nación serán cesanteadas, algunas de ellas con más de 12 años de antigüedad y hasta en esa situación se encuentran mujeres embarazadas. Las áreas afectadas fueron Nación Fideicomisos, Nación Factoring, Nación Leasing, Nación Seguros, Pellegrini S.A., Nación Bursátil y Nación Servicios.

2035 empleados en el Senado de la Nación se quedan sin trabajo por un decreto que anunció la vicepresidenta Gabriela Michetti como titular de esa casa legislativa. Fueron reincorporados 100 trabajadores que eran empleados con capacidades diferentes del programa de integración laboral.


600 despidos en el Centro Cultural Kirchner.

980 trabajadores en la Municipalidad de Quilmes se quedan sin trabajo, mientras el jefe comunal se auto eleva la remuneración.

4.700 contratos discontinuados en la Municipalidad de La Plata eran dados de baja.

En el SAME, se reduce el salario hasta el 42% y se comprimen las suplencias de guardias de todos los hospitales, centros de salud y programas. Pero además:

a)     En el Hospital Álvarez, 98 profesionales con responsabilidades en programas de violencia familiar y trata, están a punto de quedar en la calle.

b)     Uno de los programas más afectados es "Pediatría en casa", que existe desde el año 2000 y atiende telefónicamente urgencias sanitarias de chicos y adolescentes.

c)      Se afectan los Programas de Atención Domiciliaria de Urgencias (PADU), que desde 2003 asiste necesidades pediátricas que no requieran ambulancia de emergencia para los colegios de la Capital y el "Buenos Aires Presente" (BAP) que asiste a niños y adultos en situación de calle y que, apuntó, directamente será desarticulado.

d)     Se pone en riesgo al programa "Regulación de bronquiolitis", que se ocupa de asistir a niños con esa enfermedad epidemiológica y los ubica en hospitales para ser atendidos.

















En el Ministerio de Educación, la gestión de Esteban Bullrich prohibió las horas extras a los trabajadores -incluso con familia-, por lo que su sueldo se redujo en un 40%.

Se producen despidos en el Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones de DD.HH. “Dr. Fernando Ulloa”, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

Entre 600 y 1.100 despidos se producen en el Ministerio de Justicia.


Se arremete contra el programa Verdad y Justicia.

1.000 despidos en la Municipalidad de Lanús.

150 despidos en la Jefatura de Gabinete.

1.000 despidos en la Municipalidad de Morón.

182 despidos en la Municipalidad de Unquillo.

350 despidos en ARSAT y surgen comentarios acerca de ser privatizada a empresarios franceses vinculado al Grupo Clarín.

100 despidos en Cerámicas San Lorenzo.

Y continúan.

En cuatro días, se cumple un año de la muerte del Fiscal Nisman.

jueves, 14 de enero de 2016

El futuro de nuestro pasado presente - Segunda Entrega



Cambio de paradigma político y económico

El jueves pasado comenzamos una serie de entregas -que realizaremos todos los jueves- que pretenden aportar reflexiones sobre el futuro de nuestro pasado presente, además de los análisis que realizamos sobre los acontecimientos coyunturales. Recomendamos ver la entrega anterior, para poder seguir el relato histórico que constituye y puede constituir nuestra existencia.

Finalizábamos la entrega anterior explicando la llegada de la modernidad y el capitalismo en forma simultánea, ya que ambos movimientos se explican por su génesis conjunta. Sin el sistema económico -y también ideológico- que representa la acumulación, no podrían haberse asentado los cambios culturales que la modernidad ha efectuado en nuestra organización social. Y, sin la modernidad, el capitalismo no podría haber generado la globalización y el mercado de capitales surgido a partir de 1492.

La nueva estructura económica requería de un nuevo sistema de dominación, más dinámico que el que proponía la legitimidad monárquica. La burguesía, clase impulsora del capitalismo y de la modernidad, necesitaba de un movimiento de pensamiento legitimador de sus acciones. El iluminismo, basado en la supremacía de la razón como sistema de control social y el movimiento positivista luego, transformando las ideas ilustradas en acciones científicas comprobables, reemplazaron al poder del terror metafísico implementado por la alianza monárquica-eclesiástica en la denominada Edad Media.


Con la legitimidad política que la soberanía de los Estados le brindaba -surgida de pensadores que construyeron su discurso, como Hobbes, Rousseau, Locke y Montesquieu-, con la necesidad de expandir el comercio y apuntalar la conquista y colonización de América por parte de Europa y, con la expoliación de las riquezas y los recursos naturales americanos, la burguesía europea en el poder consolidó un sistema de  acumulación y financiación del capital que robusteció su crecimiento económico y la instaló como clase gobernante; beneficio aprovechado por aquellos Estados con mejor organización política para llevar adelante el desarrollo económico de sus sociedades.


Será el origen, asimismo, del empobrecimiento y la dependencia de latinoamérica que, como colonias, lejos estaban aún de ingresar y competir en igualdad de condiciones en la fase capitalista.

Inglaterra liderará el proceso de la revolución industrial de los siglos XVIII y XIX por ser el Estado más organizado políticamente -y el más beneficiado económicamente por haber concentrado los metales expoliados de América que le permitieron financiar para toda Europa el proceso industrializado revolucionario-, al desarrollar un sistema de pensamiento progresista que incluía a científicos y técnicos que participaban, junto a los parlamentarios, del proceso de toma de decisiones en la cúpula del poder. Más tarde, la seguirá Francia y ya casi al final del siglo XIX, Alemania. La España Imperial perdió su oportunidad al no poder establecer una economía de acumulación de capital y un sistema político estable, a pesar de haber recibido de América todo lo necesario para llevarlos a cabo (territorio, recursos naturales y mano de obra gratuita). 


La decadencia de España como Imperio, profundizada por la expansión napoleónica y la pasividad de Inglaterra (a quien le convenía la debilidad española para penetrar legalmente en el monopolio comercial de sus colonias; tarea que ya efectuaba a través del contrabando y del ataque a los buques españoles por parte de corsarios -piratas que robaban para la Corona), provocará la inquietud política y económica de las distintas colonias españolas en América latina que, en forma progresiva, se darán su independencia a principios del siglo XIX; siendo incentivadas políticamente y financiadas económicamente muchas de ellas por la corona británica, ante el fallido intento de invadir el suelo americano, como ocurrió en el Virreinato del Río de la Plata con las invasiones inglesas de 1806 y 1807, con la intención de exportar su revolución industrial.


Las colonias tenían que ser parte del nuevo sistema capitalista como proveedoras de materias primas de los países que desarrollaban las manufacturas, liderados por Inglaterra.

Es decir, nacidos como colonias españolas, los Estados latinoamericanos obtuvieron su independencia política; pero mantuvieron su dependencia económica con el Imperio Británico, potencia mundial que necesitaba expandir y exportar su revolución industrial a nuevos mercados.

miércoles, 13 de enero de 2016

Por la Democracia. Contra la Censura


Defender la Libertad de Prensa, no la “impunidad de empresa”


Masiva demostración de apoyo a la libertad de expresión en Plaza de Mayo, simbolizada en el respaldo a Víctor Hugo y equipo, por haber sido despedido sin justificación alguna de Radio Continental, en un acto más de censura que el Gobierno desconoce y niega. Como niega la realidad, mientras construye “verdades” a través de los medios hegemónicos que lo llevaron al poder formal.


Como único orador expresó en un mano a mano con las personas presentes -como si estuviera en la radio-, su repudio a los despidos de los trabajadores estatales (que continúan en todo el país y en todos los organismos) y también a la represión ejercida contra los trabajadores en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires.

No tienen derechos a echar a esa gente. Quiero pedir por los trabajadores echados del Senado de la Nación. Por la gente de la ciudad de La Plata, por los trabajadores apaleados por una represión que quiere ocultar y por eso tratan que no haya un periodismo desobediente”, manifestó en uno de los tantos momentos fuertes de los aproximadamente veinte minutos en los que se expresó ante la multitud.

Lo acompañaban, en un escenario improvisado, Madres de Plaza de Mayo, funcionarios del gobierno anterior, diputados, artistas, el repuesto titular del AFSCA por orden judicial aunque no autorizado a ingresar a cumplir sus funciones -desconociendo el Poder Ejecutivo el fallo judicial- Martín Sabbatella y el ex Juez de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni, entre otros.

Víctor Hugo Morales puso de relieve la difícil situación que atraviesa el periodismo y arengó “a luchar contra las grandes corporaciones, contra el poder real”. E hizo un esclarecedor estado de situación cuando cuestionó la decisión de Mauricio Macri de sacar de la TVP el programa “6,7,8”, que representa un recorte a la tan prometida y no cumplida pluralidad de voces. Porque con la censura anticipada ya en épocas de elecciones “unos podrán ver Canal 13, pero los que quieren ver “6,7,8” no lo podrán hacer”.

En este punto es claro lo expresado por el relator, conductor y periodista, porque en los últimos doce años -hasta el 10 de diciembre- no se cerró canal, editorial e imprenta alguna, no se “dejó de renovar contratos” -como les gusta decir, en lugar de censura-, no se presionó ningún canal privado -ni púbico-, no se llamó a ningún director para que se despida a alguien que no le caía bien al gobierno; por el contrario, programas que lejos de ser realizados por “periodistas independientes”, desataron una verdadera batalla cultural, principalmente después del conflicto por la 125, recrudeciendo la ofensiva luego de la aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.


La incoherencia del relato que Mauricio Macri quiere imponer a fuerza de repetirlo en los medios que lo presentaron en sociedad, queda al descubierto en sus propias palabras; como hoy, cuando en conferencia de prensa negó que tuviera alguna responsabilidad en el despido y la censura del periodista Víctor Hugo Morales. 

Manifestó que su gobierno “no está abocado a ver qué periodista trabaja en qué medio, programa de radio y televisión”, pero dos segundos después mostró la hilacha al decir que “me apoyó en muchas ocasiones -algo que Morales desmintió luego-, antes de convertirse en un fanático kirchnerista pos sanción de la ley de medios”. ¿Esa expresión no es persecución ideológica? ¿No era que no iba a opinar de periodistas ni programas?

La impunidad de distorsionar la realidad, construyendo verdades falsas, es la parte esencial del programa de gobierno.  Sin ella, no se puede distraer a la población para que acepte la vulneración de sus derechos sin protesta masiva. Pero dejemos que un párrafo de la muy buena nota de Jorge Alemán[1] cierre esta crónica de un día anunciado:

“…En esta nueva mutación del capitalismo, que denominamos neoliberalismo, la disyunción totalitarismo o democracia se ha vuelto opaca y enmascara una nueva cuestión, que las verdaderas decisiones que toman los mercados no son nunca votadas, y que es el neoliberalismo el que funciona como un dispositivo con pretensiones totalizantes, tanto intentando cerrar toda brecha social que muestre la heterogeneidad inevitable de lo social, como el de negar cualquier antagonismo con el nombre de ‘grieta’, ‘crispación’ y finalmente denunciando como ‘totalitaria’ a las experiencias populares que por desear no seguir los pasos del Amo corporativo necesitan sostenerse en un discurso ideológico que exige una militancia social que va más allá de la vida institucional, vida, que hasta el momento de las experiencias contrahegemónicas populares, desfallecía en un inmovilismo inerte”.


[1] Psicoanalista y escritor, publicó una nota de opinión en Página/12, el 12-01-16, que recomiendo leer en su totalidad, denominada “Neoliberalismo: totalitarismo y democracia” de la cual me he apropiado de la frase descrita (www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-290108-2016-01-12.html)

lunes, 11 de enero de 2016

Una nueva canallada del pensamiento único ceoliberal

Víctor Hugo Morales y el pensamiento crítico, censurados


Simultáneamente a la difusión de la re-captura de los prófugos que durante 15 días provocaron desconciertos en la población por la falta de planificación, coordinación y conducción de la búsqueda, con una descomunal y desproporcionada actuación de distintas fuerzas de seguridad y comunicaciones fallidas que, si no fuera por la gravedad institucional que conlleva, ha tenido momentos bizarros de bromas y risas por la incoherencia del denominado “operativo”; hoy, al conductor Víctor Hugo Morales le impidieron realizar su programa y, en vivo, le comunicaron su despido. La misma suerte corrió Cynthia García, su compañera en Radio Continental.





Una estocada más a la república, a la democracia, a la libertad de expresión y un hecho más producido, en este caso de dos de sus integrantes, por la troika Poder Ejecutivo-Medios Concentrados de Comunicación-Poder Judicial.


En este mismo blog, en un par de notas anteriores, “El nuevo fusilamiento de Dorrego” (9 de enero) alertábamos sobre la fuerte tensión que provoca al sistema democrático y republicano la implementación de la nueva versión del pensamiento único: el ceoliberalismo. Genera fuerzas centrífugas que apuntan al quiebre de la democracia, ya que la tensión que provoca apunta hacia los extremos del sistema de convivencia social en el cual vivimos, anulando toda posibilidad de creación de fuerzas centrípetas que sostengan el centro político.

En un solo mes de gestión, el Gobierno Nacional provocó una mega devaluación descomunal de cerca del 40%, el despido de cerca de 15.000 personas -y continúan, todos realizados bajo persecución ideológica-, la anunciada desaparición del aire del programa 678, el cierre del AFSCA, la designación de dos jueces a espaldas del Congreso, la designación de embajadores sin acuerdo de Estados, el virtual cierre del INDEC -no informa nada desde el 10 de diciembre- y, hoy, el despido de Víctor Hugo Morales, símbolo del pensamiento crítico.

Todas estas medidas negativas generan un clima contrario a cualquier expectativa positiva de gobierno en sus primeros cien días.

Víctor Hugo Morales es víctima de su consistente y persistente identidad de pensamiento. Pero también lo somos todos los que nos vemos representados con él, en la misma forma de conducirnos en nuestra vida. En los últimos doce años y medio nunca se produjeron cercenamientos en la libertad de expresión de ninguna índole.

Son tiempos de resistencia. El diputado Máximo Kirchner en una entrevista radial, hace apenas un momento, expresó que “habrá que ir buscando nuevos elementos y formas de comunicación”. En eso estamos y ese ha sido el espíritu de este espacio que nace justo cuando más se necesitan nuevas voces que aporten su mirada a este nuevo escenario. El nombre que utilizamos responde a la decisión de un presidente que el 25 de mayo de 2003 decidió no dejar los principios y convicciones en la puerta de la Casa Rosada y la frase que nos identifica es una de sus tantas palabras que iluminaron nuestra militancia. Porque “No hay destinos individuales, la política es una construcción colectiva”.