domingo, 10 de julio de 2016

200 años de historia…siete meses de olvido


Cuan si fuera un tsunami que arrasa con todo lo que “vivir mejor” significa y que deshace todo vestigio de identidad colectiva, hoy, a exactamente siete meses de que se desate la tormenta perfecta del neoliberalismo desde el centro mismo donde se gestó, Argentina, su paso destruye todo lo que toca, inocula toda posibilidad de reacción y adormece el inconsciente colectivo que lucha desde hace 200 años.

Pedir perdón a los empresarios españoles fue el anticipo del olvido de las acciones revolucionarias del 25 de mayo, del fusilamiento de Dorrego, de la misteriosa muerte de Moreno, del ninguneo de San Martín en el Congreso de Tucumán, del apartamiento y la prohibición de Artigas y los Pueblos Libres del Sur que proponían una verdadera independencia y una reforma agraria definitiva y concreta para la repartición de las tierras.



Y la sumisión momentánea de la Historia de los Pueblos se realizó ayer, 9 de julio de 2016, cuando el representante de los poderes concentrados (mediáticos, económicos, judicial y extranjeros) vomitó lo que la derecha vernácula tuvo atragantada los últimos doce años y medio: “Quienes declararon la independencia debían sentir angustia de separarse de España”.

No fue totalmente sincero. Ese sentimiento lo profesaron aquellos que quisieron hacer caer la Revolución del 25 de mayo; los que alentaron a Lavalle para matar al verdadero federalismo; los que dejaron a Moreno en alta mar; los que perseguían a Artigas por bandido y subversivo; los que les prohibían a Belgrano usar la bandera que había creado para no ofender a España; los que hicieron lo imposible para que San Martín no cruzara los Andes para liberar los Pueblos americanos de España y lo terminaron echando; los que ponían las cabezas de los caudillos vencidos en Caseros en picas, bordeando el camino al Palacio de Las Flores para que los portugueses, ingleses, franceses y la generación de 1880 supieran quién era el verdadero Urquiza; aquellos que no querían el sufragio universal; que derrocaron a Yrigoyen, a Perón; quienes vivaron el cáncer para maldecir a la abanderada de los humildes, la líder de los descamisados; los que pretendieron borrar, como hizo Sarmiento con Rosas enterrando sus propiedades en el actual parque 3 de febrero (no es casualidad que el parque de Palermo lleve ese nombre; es la fecha de la batalla de Caseros y la derrota de Rosas ante Urquiza y la coalición extranjera) a todo lo que oliera a peronismo y voluntad popular, con bombas, fusilamientos y desapariciones; los mismos que sistemáticamente intentaron borrar desde 1976 la generación que tomó la posta de Moreno en adelante y marcó su vida a fuego para defender la Patria, la Independencia y la Soberanía. Sintieron angustia, en definitiva, los mismos que intentaron borrar la dignidad de los últimos doce años y medio, denostando a su líder, su conductora y al movimiento que representa y que evoca la memoria viva, activa y en lucha. 

Pretendieron vaciar la historia…pero como no pudieron borrar en estos 200 años a los Belgrano, Castelli, Monteagudo, Moreno, Dorrego, San Martín, Güemes, Azurduy, Artigas, Rosas, Yrigoyen, Perón, Evita y Cámpora entre otros, no podrán hacerlo con estos doce años de dignidad nacional y popular, en los que Néstor y Cristina representaron la llama de la liberación, la esperanza, la lealtad y la igualdad de derechos.


Dicen que la Historia la escriben los que ganan, pero la viven los que tienen Memoria colectiva, Verdad en los hechos y Justicia en las ideas. Siete meses no enterrarán doscientos años, como cuatro años no sepultarán doce. Aquellos que lucharon para que hoy seamos dignos soberanos empapan nuestra lucha para que continuemos lo que empezaron allá por 1810; para que seamos libres; porque lo demás, no importa nada.

domingo, 3 de julio de 2016

Van por Ella…pero viene por Nosotros


Aunque las causas para encarcelarla se multiplican por segundo, su caudal de legitimidad popular supera cualquier análisis sobre conducción política conocido en la teoría y en la práctica


Sin lugar a dudas la noticia del inicio del segundo semestre no ha sido la disminución de la inflación o la recuperación del país. Eso ya lo sabíamos desde el inicio de la Ceocracia en la Argentina, el 10 de diciembre.

La noticia del segundo semestre ha sido el regreso a Buenos Aires de Cristina Fernández de Kirchner. Cristina, la Jefa, para quienes nos encuadramos en su liderazgo político; la yegua, la corrupta, para quienes entienden que lidera una asociación ilícita, que seríamos todos nosotros. Los del 49%.

Como sucediera en abril de este año, ayer una multitud la recibió en Aeroparque y la acompañó hasta su residencia en el barrio de Recoleta. Sin embrago, todas las estimaciones calculan que en relación a abril se ha multiplicado o triplicado la cantidad de personas que han querido estar con su presencia, para manifestarle su apoyo. A pesar del mal tiempo, la lluvia constante y el frío del invierno neoliberal.

Nuevamente causas judiciales han requerido su presencia en la ciudad más endeudada del país, aunque tenga el ingreso de PBI más alto de la Nación. Van por Ella…pero Ella viene por nosotros. El capital simbólico y las consecuencias prácticas de su presencia no han sido aún analizada por los medios de información (censura silenciosa de por medio), pero también por una ausencia de análisis político de lo que representa su figura como Mujer Líder del movimiento nacional y popular más importante de los últimos veinte años (para no irme hasta la década del ’50) en nuestro país.

Es la única ex Presidenta legitimada dos veces electoralmente, la única ex mandataria que se retira de la primera magistratura dejando un país ordenado; sin deuda, con justicia social, soberanía política e independencia económica en marcha; la única figura política que mantiene un caudal de apoyo político popular, a pesar de las falsas denuncias, los ataques personales, las denostaciones a su patrimonio y a su familia; en definitiva, la única líder política en la actualidad que en apenas horas de anunciado su arribo al reducto ceoliberal conmueve las redes sociales, organiza y encuadra a quienes la apoyamos y provoca un revuelo político que desajusta cualquier postura sobre la importancia de su conducción.

Van por Ella…pero viene por Nosotros. La Historia (la que se escribe con mayúscula) sabrá ubicarla en los anales de las acciones concretas y las políticas públicas que en apenas doce años y medio ha conseguido desarrollar, junto a Néstor (¡cómo olvidarte!) en nuestro país y en consonancia con otros líderes de Nuestra América. Nosotros tenemos que seguir formándonos políticamente bajo su liderazgo, como lo vienen realizando ya varias generaciones que no han bajado los brazos a pesar de la derrota electoral de fines del año pasado. Como nunca, chicos, adolescentes, jóvenes y algunos que ya pintamos canas y/o peladas, han comprendido que la lucha por la mejora de las condiciones de las personas vulnerables es continua y permanente; que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Esta vez, el trasvasamiento generacional no se ha cortado abruptamente. La antorcha de la liberación ya ha sido entregada a más de dos generaciones que generarán las ideas, las mujeres y los hombres que continuarán entendiendo que la política es la única herramienta legítima para transformar positiva y concretamente la vida de las personas.

 Van por Ella…pero no han advertido qué representa Ella (o sí y la/nos subestiman).

Así como el Amor vence al odio, la política a la anti-política, la legitimidad popular a la legalidad corporativa y la organización vence al tiempo, Nosotros, con Ella, seguiremos en la senda de las conquistas sociales. A pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos y los desaparecidos…no nos han vencido.

Van por Ella…pero aún no se dieron cuenta que estamos Nosotros.

viernes, 13 de mayo de 2016

Un golpe de Cóndor que ahora es Buitre




Hace 4 décadas, mas menos, América Latina era azotada por una horda avasallante que sin pausa y sin tregua, exterminó a una generación, torturó y violó la voluntad de miles hasta que no quedaron ganas de hablar, de mostrarse, de hacerse valer. Una horda de Cóndores que cazó a todo “subversivo” que anduviera dando vueltas, algunos, cuentan, pichones recién cazados, los llevaban a sus propios nidos donde eran criados como pequeños cóndores.

Pero aquel gigante azotado ya estaba acostumbrado a las torturas y a la muerte, a la extinción y a la humillación, siglos de desalojo y ocupación habían pasado por esta a tierra y, como un espíritu que flota en una atmósfera densa y oscura fue alimentando la fuerza y la esperanza, fue conquistando, uno por uno, corazón por corazón hasta lograr despertar nuevamente  a ese gigante dormido que allá por los 90 supo callar pero que hoy no soporta una ceguera más, no tolera que ni una palabrita sola que quede dentro de la boca, porque aquel mucho había callado y ahora quiere gritar.

Aquellos gritos, gritos de guerra, de victoria y de alegría; de sentimientos reprimidos y emociones por mucho tiempo encadenadas, fueron escuchados. Aquellos cóndores a quienes todos pensábamos muertos y enterrados hoy surgen en una nueva forma, en forma de buitres. Ya no cazan por las noches ni torturan a sus víctimas, esperan, especulan, confunden, siembran el temor y la desinformación y una vez más, comienzan a envenenar a ese gigante que una vez fue asesinado y dormido pero que ahora, tan despierto y con los ojos tan abiertos ya no podrá dormir jamás. Este gigante que es América Latina que ha sabido albergar el terror y la muerte en sus entrañas, que ha podido soportar las calumnias más atroces y que ha visto a sus pueblos doblegarse frente al poder autoritario ya no quiere apoyar en el suelo una rodilla más. La muerte tal vez, sea una opción, dormirlo ya no... nunca más.

MR




miércoles, 13 de abril de 2016

Una multitud bajo la lluvia y junto a Cristina



Bajo la lluvia y nubes amenazantes la ex Presidenta de la Nación le hablo a  más de 300.000 personas que la esperaron en las inmediaciones de los tribunales de Retiro.

"No les tengo miedo, ya he sido honrada con el voto de ustedes"
Así comenzaba el discurso que entre cantos y aplausos se desarrolló de la manera acostumbrada, organizada y respetuosa. 
 "Me pueden citar 20 veces, me pueden meter presa, pero no me van a callar"
Probablemente sea éste uno de los títulos que más resuene en los próximos días pero la realidad es que el discurso tuvo un objetivo puntual, trasmitir un mensaje. Un mensaje que tal vez sea la respuesta a muchas preguntas que se hicieron militantes y seguidores en los últimos meses.
"Los que cambian la historia no son los dirigentes, son los pueblos" explicó.  
 "Por mí no se preocupen. Renuncié a tener fueros, no los necesito, tengo los fueros del pueblo"

Y ante la pregunta de cómo actuar, qué hacer y qué esperar la referente y líder popular llamó a actuar con inteligencia, recordando cómo la historia ha maltratado a los líderes del pueblo y cómo la maquinaria de los medios de comunicación ha sido desde siempre la creadora de realidades para aquellos que no poseen la convicción, la capacidad o la voluntad de comprender la realidad del país.

"Se los dije el 9 de diciembre, cuando los dirigentes no respondan a ustedes, tomen la bandera y marchen adelante. No esperen salvadores ni mesías".

 "No podemos permitir un retroceso como el que hemos vivido en otras oportunidades".

Con esto se cerraba el mensaje, no esperar, actuar, con inteligencia y en forma organizada. crear lo que ella llamó un Frente Ciudadano.






PyC llegando a los tribunales de Retiro


Denuncia


Esperanza


Dolor

Indignación

Alegría

Familias, jóvenes adultos y abuelos junto a Cristina

El pingüino

Banderas...




Multitud junto a Cristina


Junto a Florencia Kirchner

sábado, 9 de abril de 2016

Soy del 49



Soy del 49. No de 1949, sino del 49% que vio renacer la esperanza y se sintió valorado en sus derechos. Integro el colectivo social, pero no cobré ninguna asignación universal por hijo; no fui parte de ningún plan social; no trabajé en el Estado nacional (aunque chorreo grasa militante); no fui beneficiado con ningún plan de ahorro para comprarme un auto, un terreno o una casa; no tengo madre, padre, hijo, nieto o familiar detenido-desaparecido (pero profundamente siento que las Madres, Abuelas, H.I.J.O.S. y Familiares son mi madre, mi abuela, mi hijo y mi hermano); tengo estudios universitarios y de posgrado y no necesité de un plan para terminar y continuar mis estudios.

Soy del 49% y cuando estuve desempleado, allá por el 2004, no me animé a llamar a Néstor y por ahí perdí la oportunidad de conocerlo, discurrir sobre política y emocionarme con “su” y “mi” querido Racing; no conozco de cerca a Cristina ni a Máximo (pero me alegraría mucho, si tuviera la oportunidad, abrazarlos); pertenezco al colectivo social que volvió a creer en la política, en los derechos humanos como política de Estado, en las políticas públicas como herramienta de igualación de derechos y oportunidades, en la inclusión social, la soberanía política, la independencia económica y la justicia social; que además de creer en los principios y convicciones que ingresaron y se quedaron por doce años en la Casa del Pueblo, vio cómo se materializaron en la realidad.

Soy del 49% que no realizó ninguna campaña del miedo, sino que anticipó lo que podría pasar y terminó pasando; que militó (y milita) con fervor cada día; que no tiene armas escondidas en ninguna avenida y en ningún otro lado; que no gana un centavo por hacer política; que se movilizó (y se moviliza) con el Pueblo y nunca recibió un choripán y una coca.

Soy del 49 y somos muchos más. Menos que el 51, pero mucho más que aquél 22 del 2003. Por eso soy del 49. Porque sigo militando con las mismas convicciones, mantengo los mismos principios y tengo más de 30.000 pesadas y hermosas herencias de vida que debo sostener por el legado que me dejaron. Porque entregaron la vida por más vida y porque debo pasar la posta a los que vienen detrás de mí; que son parte del 49, pero tienen 15, 20, 35.

Soy del 49 y ninguna ceocracia me va a callar; ningún ingeniero derribará los puentes que hemos construido y ninguna justicia será mejor que la Justicia Social. Por eso aguanto, resisto y me lleno de optimismo aunque el golpe del día a día me desmorone ante el aumento de un nuevo indigente, pobre o desempleado.


Soy del 49 por aquéllos, por éstos, por los que vienen y ningún sanguchito me elevará al 51. Porque hoy somos 2 menos, pero mañana seremos muchos más que 51…aunque parezca matemáticamente imposible que siendo menos podamos ser más. 

viernes, 1 de abril de 2016

Se viene el estallido…



Las medidas políticas y económicas que buscan la desarticulación social



Esta frase de un tema popular del rock argentino (escrita en otras épocas que se pensaba no volverían) toma dimensiones políticas en estos días.

No es una incitación, mucho menos un deseo. Es el resultado, como proyección posible, de un análisis político, social, económico y cultural de la gestión del gobierno actual en sus primeros casi cuatro meses.

El estallido social aparece como viable en un corto plazo debido a la dilapidación de legitimidad del gobierno en su accionar inicial, cuando es en estos primeros meses donde más debería fortalecerla. La política económica delineada y profundizada en sus medidas concretas -aunque no explicitadas en un proyecto político de gobierno- ha significado una fuerte transferencia de ingresos hacia la concentración del capital en el sistema financiero, empresario y mediático.

La construcción del relato de esta nueva forma de democracia que, por las designaciones en sus funciones de ceos (directores) de grandes empresas multinacionales es caracterizada como “ceocracia”, tiene diferencias con el neoliberalismo implementado en los años setenta y su posterior continuación con el fundamentalismo de mercado en los noventa.

En la actualidad, la hegemonía compuesta por el capital extranjero y especialmente la que corresponde al capital financiero internacional es distinta a la composición del bloque de poder que sustentó el patrón basado en la valorización financiera y la desarticulación del Estado de Bienestar de Derecho entre los años 1976 y 2001.

En el período que converge con el desarrollo cultural del paradigma de la globalización la hegemonía estuvo compuesta por grupos económicos locales industriales, agropecuarios y financieros (Pérez Companc, Bunge y Born, Bridas, Zorroaquín, Techint, entre las más representativas). La ceocracia representada por la gestión legítima del gobierno de Macri ahora está constituida por representantes del capital extranjero que conduce directamente el Estado. Si bien existen diferencias en las distintas facciones del poder hegemónico actual, todas concuerdan con la idea de ajustar cuentas con los trabajadores para comprimir los salarios y el consumo y llevar las remuneraciones a los niveles críticos internacionales en esta primera etapa. De esa forma sostienen, desde su visión monetarista y de sumisión internacional, se adquiere competencia en las exportaciones e inserción en el mundo comercial.

Lo que llamativamente desde su visión política y económica no preveen es que se dispone un país para competir en las exportaciones, cuando el mundo está en crisis, en franca retirada de los mercados y sosteniendo a sus propios productores.

La preparación de las fuerzas de seguridad para llevar adelante el ejercicio monopólico de la fuerza estatal hacia la población excluida; la descomunal liberación del cambio y la devaluación provocada en una situación económica que por primera vez no es producto de una crisis en un cambio de gobierno; la eliminación de retenciones al sector agropecuario y de minería; los despidos estatales y privados que aumentan cada día, con desarticulación de áreas de control estatal; los aumentos tarifarios de servicios (luz, gas, agua, telefonía, transporte); la contracción económica como producto de la caída del consumo; la eliminación de todas las áreas de derechos humanos creadas para investigar los vínculos civiles en el golpe cívico-militar-eclesiástico-empresario de 1976; la concentración de poder de los medios hegemónico de información, avasallada la Ley de Medios; la entrega al capital financiero internacional carroñero -fondos buitres- de nuestra soberanía económica legitimada por la visita del presidente de EE.UU.; el endeudamiento sistemático que se efectuará de aquí en adelante para pagar deuda; la privatización tecnológica de avanzada conseguida con proyectos como el Arsat I y II; la persecución ideológica sostenida desde los mismos funcionarios de este gobierno que al compromiso político y social lo denominan “ñoqui”, “grasa militante” o “basura a ordenar”; la trepada inflacionaria, producida por el denominado “sinceramiento de las variables económicas” que sólo demuestra ser un “sinceramiento de la ideología” excluyente del paradigma que sobrevuela por toda la América latina; en definitiva, en un listado que no es taxativo pero que refleja drásticamente la re-distribución de los  derechos y los recursos creados y restablecidos en los últimos doce años, repudiado asquerosamente en su accionar y en su discurso diario por este gobierno como “medidas populistas”, degradan la vida de la población y preparan un escenario convulsivo en un corto plazo.

Es muy posible que en el segundo semestre, como anuncia el verborrágico ministro de Hacienda, la inflación disminuya. Pero no será por mejoras eficaces del plan gubernamental, sino por la falta de consumo, el desempleo masivo, la disciplina laboral y social, el achicamiento salarial, la represión ante cualquier conato de protesta y la desarticulación industrial con la consabida anuencia del FMI, el capital especulativo financiero internacional y las calificadoras de riesgo, que estarán felices de insertar a la Argentina nuevamente a la depredación sistemática de sus recursos económicos y la destrucción de los avances sociales producidos por el Estado Social de Derecho de los últimos doce años. Como lo hacen en Brasil, Venezuela, Bolivia y Ecuador.

También es posible, como asegura el presidente de esta ceocracia, que ingresen capitales a partir del segundo semestre del año. Pero serán capitales especulativos que ante la falta de control ingresarán y se retirarán según les convenga. Y esto será una nueva venta de espejitos de colores. Ingresarían una lluvia de dólares que no serán capitales de inversión y provocarán en los años subsiguientes la profundización de la crisis que este gobierno indujo y no heredó, con la sujeción de generaciones futuras al nuevo orden geopolítico internacional.


Se viene el estallido…No es una incitación, mucho menos un deseo. Sino la consecuencia de las medidas que esta ceocracia ejecuta y provocará en los próximos cuatro años.

jueves, 24 de marzo de 2016

40 AÑOS, aprendiendo a los golpes



Sale el sol de un día nuevo en Buenos Aires. La muchedumbre comienza a patear las calles que alguna vez agua supieron ser. La ciudad se levanta, aunque su gente más que despierta parece sonámbula.

El pasado asoma sobre los hombros de un país que comenzaba a levantarse pero que como buen humano, no deja de tropezar, una y otra vez. Dicen, algunas sabias culturas aborígenes, que el pasado nunca se encuentra detrás sino adelante ya que es lo único que podemos ver, el futuro, en cambio, se encuentra detrás de nuestros ojos, porque es lo que aún no podemos ver.

Cosa del pasado, dicen algunos…

¿Cómo avanzar si ver el pasado? Hace 40 años un día como hoy, de sol radiante y futuro incierto el país, esta tierra llena de historia asesinada, sufría la violencia más grande que puede existir. Como un padre golpeador que lejos de cuidar a su familia lleva la violencia a lo más profundo de su hogar, el Estado, dejaba de ser aquella imagen paternal de ente protector que vela por el bien de sus ciudadanos y se transformaba en el peligro más latente, en la amenaza más real. Sólo aquel que ha sufrido la violencia en su propia casa sabe que no existe escapatoria cuando el peligro viene de adentro, no hay a quien acudir.
Pero aquel padre golpeador, aquel que ejerce la violencia por el poder que le concede su posición dentro de la casa, debe pagar, debe saber que los miembros de la casa ya no son seres pasivos, dominables y vulnerables, porque ya han tenido un pasado de padres golpeadores y, como bien dicen nuestros sabios aborígenes, el pasado esta adelante. Está adelante para que lo recordemos, para que aprendamos de él, para darnos fuerzas.
Pero como todo, la violencia también evoluciona y el padre ya no recurre a la hebilla del cinturón, ya no patea puertas ni usa la picana sobre los genitales. Ahora, nuestro padre, violento inclusive más que el anterior, nos dice que lo nuestro ya no es nuestro, nos golpea sin los puños sino con las palabras, no en la cara sino en la moral. Trae a nuestra casa a los padres más violentos del mundo y los aloja en la suite más preciada para mostrarnos que estamos del lado de la violencia, para decirnos: hijos, estos son nuestros amigos. Pero nosotros ya no nos dejamos engañar.

Entonces salimos a la calle a recordar este pasado que esta adelante y no atrás, lo cargamos sobre nuestros hombros y miramos hacia el frente con una mochila tan pesada que jamás podríamos levantar si no fuese porque somos miles y miles que con una fuerza descomunal, hombro con hombro la levantamos incansablemente cada 24 de Marzo para recordar aquella generación de padres violentos y contarles a los nuevos hermanos nuestra historia, alertarlos y cuidarlos de la nueva violencia, que ya no usa fusiles para matar ni tortura para dominar, ha encontrado medios mucho más sutiles y morbosos, ha encontrado en la tortura mediática un arma más letal que la picana.

Pero ojo, los creadores de violencia no han cambiado, el padre de todos los padres ha sido siempre el mismo y hoy está en nuestra casa.

Cosas del pasado, dicen… Cosa del presente, digo.

MR


40° Aniversario del Golpe Cívico, Militar, Empresario y Eclesiástico





Una lucha permanente

La madrugada del 24 de marzo de 1976, hace cuatro décadas, la Plaza de Mayo se encontraba así de desolada; símbolo de la larga y oscura noche que se avecinaba. Se instalaba en Argentina, de facto, con toda la brutalidad inimaginable hasta ese entonces, un sistemático vaciamiento ideológico, con la intención de re-fundar la Nación. El gobierno de facto se autodenomina “Proceso de Reorganización Nacional”. Todas las palabras asumen la intención de desterrar en forma definitiva cualquier atisbo popular, especialmente direccionado hacia “el hecho maldito de la Argentina”, como gustaban decirle: el peronismo.

Este gobierno de facto asume la responsabilidad, como herramienta ejecutora de la complicidad empresaria, mediática y eclesiástica, de iniciar un Proceso institucional  de Reorganización del sistema político, bajo los valores inspiradores del “orden y el progreso” de la organización Nacional efectuada en la década del ochenta del siglo XIX.

Es cierto que el escenario local, regional y geopolítico ya no es el de aquél siglo; sin embargo, la carencia de densidad nacional histórica que abortó cualquier intento de conformar una burguesía industrial nacional fortaleció a la oligarquía agrícola ganadera que, sobre el último cuarto del siglo XX, ingresará al mundo globalizado y al fundamentalismo del mercado de la mano protectora de los Estados Unidos, que instaura en todo el continente sudamericano gobiernos militares que resguardan los intereses conservadores empresarios, eclesiásticos y de clase. En este sentido se implementa la ideología neoliberal: liberalismo clásico nuevo impuesto con disciplinamiento sociopolítico y libertad del mercado de capitales. La represión, entonces, se hace necesaria.

Como la intención era refundar las instituciones políticas y tomar el mando de las variables económicas, no se trataba de un golpe más; era el último golpe que verdaderamente desterraría la conciencia colectiva -expresada mayoritariamente en el movimiento peronista- que impedía el desarrollo nacional a través de los mercados y su libertad de acción, desde febrero de 1946. Ya no se trataba de conseguir algún político que domara al movimiento peronista, le prohibiera su participación en el sistema y lo tuviera a raya. Ahora se trataba de cambiar el sistema político nacional en el marco de la guerra fría llevada a cabo por los Estados Unidos y la hoy ex Unión Soviética, por lo que el grado de violencia institucional y la impunidad manifiesta desembocaría en el accionar delictivo direccionado desde el terrorismo de Estado.

Suspendida la Constitución, desactivado el poder legislativo, abusando del ejercicio legítimo de la violencia, el Estado terrorista desparrama sus “grupos de tareas” por todo el país y ejecuta el accionar estatal y paraestatal por fuera de las leyes y las garantías del debido proceso, secuestrando, matando, desapareciendo personas, apropiándose de menores y bienes materiales; desencadenando en definitiva una diáspora generacional que costó muchas décadas reconstruir. El objetivo era arrasar con cualquier atisbo de compromiso político y social, evitar la transmisión cultural de generación en generación y sentar las bases de una sociedad de consumo, sin ideología, sin compromiso político y proclive a entretenerse de forma individual.

El Proceso de Organización Nacional de 1880 se asentó en las “Bases” liberales y positivistas que dieron creación a un Estado liberal de derecho, reflejado por Alberdi. El Proceso de Reorganización Nacional de 1976, se afirmó en las “Bases” del neoliberalismo que dieron fuerza al surgimiento de un Estado Gendarme del capital financiero que bajo la idea de la globalización y la promesa del derrame de riqueza, sólo trajeron violaciones a los derechos humanos, miseria, pobreza, endeudamiento externo, desmantelamiento industrial, desempleo e hiperinflación.

Como la única batalla que se pierde es la que se abandona, los organismos de derechos humanos -Madres, Abuelas, Hijos y familiares de personas detenidas y desparecidas por motivos políticos, principalmente- mantuvieron la lucha persistente y sistemática hasta el año 2003 que los derechos humanos fueron finalmente política de Estado y el Nunca Más de 1985 se transformó en Memoria, Verdad, Justicia e Inclusión Social.

La imagen que inicia estas meditaciones, una Plaza de Mayo desolada en la madrugada, en las primeras horas del 24 de marzo de 1976, se ha vuelto a repetir a casi 40 años de aquél día. El pasado 23 de marzo de 2016 a la madrugada, en las primeras horas de ese día, la Plaza de Mayo también estuvo desolada, oscura, sin posibilidad de ser transitada, cercada debido a la llegada del presidente de Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama.

Cuarenta años, dos imágenes, una larga noche histórica, un destello de luz que perforó la oscuridad y que en un diámetro de doce años transformó los derechos humanos en política de Estado, la construcción de un relato histórico y una lucha permanente se evocarán en pocas horas. Con una Plaza bañada por el Sol, desbordada de personas, para que nuevamente los más de treinta mil compañeros detenidos desaparecidos presentes ingresen a la Plaza del Pueblo con sus madres, en una bandera que simboliza el legado que supieron dejar y que con orgullo seguiremos sosteniendo.


Por más Memoria, Verdad, Justicia e Inclusión, Nunca Más

viernes, 18 de marzo de 2016

El futuro de nuestro pasado presente - Conclusión




El continuo desafío


Más allá de los escenarios políticos posibles seguramente el que surja cabalgará sobre las tres tendencias política-económicas que parecen consolidarse luego de la crisis institucional, económica y financiera con epicentro en los países desarrollados. Una, tiende hacia un liberalismo corregido y aumentado en su concentración y acumulación -ceoliberalismo-, con base en los países anglosajones, de influencia mayor en los países desarrollados y en aumento en los últimos cinco años en los de economía en desarrollo.

Otra tendencia distinta y contraria a la anterior es la que se basa en una economía neokeynesiana con variables propias en cada Estado, con intentos en Europa y con presencia en la última década -aunque con diferencias- en los Estados miembros de la Unasur.

Por último, aparece una propensión hacia una economía socialista de mercado, cuyo mayor exponente es China, aunque puede expandirse hacia los demás países de Asia, otorgándoles una nueva identidad política.

La Unión de Naciones Suramericanas, la CELAC y el Mercosur son las asociaciones más aptas para generar y sostener un Estado Social de Derecho, aunque deberán acomodarse en este nuevo escenario corrido hacia la derecha que retorna con una fuerza que arrasa contra su propio discurso ideológico institucional. Son opciones concretas a las políticas que intentan impulsar un nuevo ALCA cuyos objetivos económicos, culturales y educativos han demostrado ser ineficientes, excluyentes, inequitativos y regresivos.
                       
Un nuevo movimiento de libertad e integración puede construirse en el bicentenario de nuestra soberanía política si se transita con principios y convicciones que sorteen la crisis actual. El fin del siglo veinte y el principio del veintiuno muestran la transición en tensión entre una democracia sustantiva e inclusiva y una democracia formal y excluyente.


Formar y formarnos, generar pensamiento crítico, analizar y actuar, serán las actividades principales para que los principios y convicciones que nos guían interpelen el futuro de nuestro pasado presente.

viernes, 11 de marzo de 2016

Homenaje a un economista en serio


Buen viaje Don Aldo


El pasado martes 8 de marzo emprendió un viaje eterno Aldo Ferrer. Un economista coherente con sus principios y convicciones. Conocí su obra por primera vez allá por el año dos mil, cuando tuve que hacerme cargo de una cátedra en una universidad privada. La materia se llamaba “Política y Economía Mundial” y los libros de Ferrer “Historia de la Globalización” y luego, “Historia de la Globalización II”, fueron de obligatoria lectura durante los quince años en que dicte clases en ese curso. No sólo no perdían vigencia año tras año, sino que resultaba cada vez más indispensable leerlos. Igual que hoy, en estos momentos tan aciagos para la economía política argentina. 

Entendí el funcionamiento de la economía política gracias a Don Aldo y su vasta obra; sus artículos en distintos diarios me iluminaban -y aún me iluminan- el panorama; sus cortos documentales “Economía para todos” sobre la economía argentina en Canal Encuentro, aportaron la imagen y la voz para el desempeño pedagógico.

 Tuve la suerte de cruzar con él unas pocas palabras el 22 de agosto de 2013, en la Facultad de Ciencias Económicas, cuando fui a escucharlo a una conferencia junto a otros economistas. Casi cuando me estaba yendo lo vi salir del auditorio, con su sombrero en mano; me acerqué, lo saludé y le agradecí por haberme introducido tan claramente en la economía política, gracias a sus obras. Ahí me animé y le solicité si podía firmar mi ejemplar de “Historia de la Globalización” y, sonriendo asombrado al ver su obra de hace tantos años, accedió muy amablemente a dedicármelo.

Mi homenaje es seguir difundiendo su palabra y, muy especialmente en estos días, donde se debatirá en el Congreso el pago a los buitres, es necesario leer su pensamiento al respecto. Con ese fin, escogí el artículo siguiente publicado en un matutino, hace apenas un mes y medio, donde advierte el peligro de negociar con miedo. Espero lo disfruten.

¡Gracias Don Aldo!


“La negociación con los buitres”[1]

Por Aldo Ferrer

La cuestión central en el conflicto con los buitres es la respuesta al siguiente interrogante: ¿su resolución es indispensable o solo conveniente para el curso futuro de la economía argentina? En el primer caso, se impondrá la demanda de los buitres y la negociación es, en realidad, una ficción. En el segundo, la negociación es real porque puede no haber acuerdo, si el costo de la demanda de la contraparte es mayor que sus beneficios.

La evidencia es abrumadora en el sentido de que los buitres son un problema de segunda importancia y, por lo tanto, que el arreglo es conveniente pero no indispensable. Por las siguientes razones:

1. En los canjes de 2005 y 2010, Argentina logró la reestructuración de deuda soberana más exitosa de la historia, sin pedirle nada a nadie. Es decir, sin la participación del FMI ni el visto bueno de los mercados financieros. La deuda pendiente no alcanza a 3000 millones de dólares, menos del 8 por ciento del total de la declarada en default en la crisis del 2001. El supuesto aumento de la pendiente a 12.000 millones de dólares, por intereses caídos, ignora que el pago a los buitres habría desarmado la reestructuración de la deuda e implicado un premio a la especulación y el castigo, a la inmensa mayoría de los inversores, que facilitaron la recuperación de la economía argentina. Estaríamos, otra vez, como en la crisis del 2001.

2. Hace una década que los fondos buitre, tenedores del 50 por ciento de la deuda pendiente, vienen litigando contra el país. Plantearon el embargo de bienes argentinos, en alrededor de 900 demandas en diversos países. El hecho más sonado fue el de la fragata Libertad. No tuvieron éxito en ningún caso. El país mantiene relaciones económicas normales con todo el mundo. Los buitres son especuladores despreciados en el escenario mundial. Operamos en un orden internacional, dentro del cual la inmunidad soberana de los Estados pone límites a la extrapolación de la jurisdicción de tribunales nacionales sobre terceros países. La razonabilidad de la posición argentina ha sido respaldada por la Asamblea General de las Naciones Unidas y la opinión de los analistas más destacados en el escenario internacional.

3. Los problemas principales de la economía están en la esfera interna: el déficit del comercio de manufacturas de origen industrial y la consecuente restricción externa, la inflación, el desequilibrio fiscal, entre otros. Ninguno se resuelve por el pago a los buitres.
4. El conflicto obedece a la ausencia de normas internacionales para resolver los default de deudas soberanas. La exitosa reestructuración de más del 92 por ciento de la deuda en default cumple con exceso los límites para la resolución de las quiebras en las jurisdicciones nacionales. Las dificultades de tenedores de deuda reestructurada para recibir los pagos realizados por el gobierno argentino es responsabilidad de quien provoca la interrupción de la cadena de pagos.

5. La suposición de que después del arreglo con los buitres llegarán las inversiones es una ficción. Ningún inversor, argentino o extranjero, que tenga un buen proyecto, deja de realizarlo por el conflicto con los buitres. El buen “clima de inversiones” depende de la gobernabilidad de la economía, la paz social, la seguridad jurídica, los espacios de rentabilidad y el ritmo de transformación de la estructura productiva para incorporar tecnología y agregar valor.

6. El pago a los buitres no es suficiente para que las agencias evaluadoras de riesgo mejoren la calificación de la deuda argentina, con la consecuente baja de la tasa de interés. Es previsible que exigirán, además, un plan económico y financiero respaldado por el FMI.
Es por estas y otras razones que el acuerdo con los buitres no resuelve ningún problema fundamental ni garantiza la baja de la tasa de interés y la entrada de inversiones extranjeras. En resumen, el acuerdo es útil, porque remueve algunos obstáculos, pero no indispensable.

¿Cuáles deberían ser los límites de la oferta argentina? Los mismos que los de los canjes de 2005 y 2010, como lo planteó el gobierno anterior. Es una oferta generosa. Representa una excelente ganancia para los buitres, considerando el precio ínfimo al cual adquirieron sus títulos y los costos y pérdida de tiempo, que soportó el país, por pleitear con los buitres. Cuanto mayor sea el desvío de la próxima oferta del Gobierno respecto de ese límite, peor será la calificación que merecerán los actuales negociadores, en términos de la defensa del desarrollo, los derechos y la soberanía de la Argentina. El contenido del acuerdo revelará la inspiración del actual gobierno respecto de la autonomía de la política económica y la soberanía.

El Gobierno no debe hacerse ilusiones de que un acuerdo satisfactorio es posible por la “razonabilidad” de los buitres. El rechazo de estos al necesario carácter público de las negociaciones es un primer ejemplo. Para defender con eficacia el derecho y los intereses del país es indispensable que el Gobierno asuma la posibilidad de que no se alcance un acuerdo razonable y, los buitres, tomen nota que, en definitiva, no cobrarían nunca.

La negociación con los buitres es un primer paso en la definición de la estrategia de financiamiento internacional. Está planteada, al mismo tiempo, la alternativa de ratificar la soberanía recuperada con la cancelación de la deuda con el FMI o volver a solicitar su asistencia, con las condicionalidades incluidas. Es preciso, por lo tanto, que el Gobierno explicite la totalidad de su política de financiamiento internacional y la procese por las vías institucionales correspondientes.

Durante la Guerra Fría, el presidente Kennedy afirmó: “Nunca hay que tener miedo de negociar y nunca hay que negociar con miedo”. No hay razón alguna para que los negociadores del nuevo gobierno actúen con “miedo”. Es decir, que supongan que el arreglo con los buitres es una cuestión de “vida o muerte”. Existe un nivel de deuda externa pública y privada entre los más bajos del mundo y los bancos están rentables, con carteras sólidas, fondeados en pesos, sin burbujas especulativas ni descalce de monedas. Podríamos estar más fuertes si conserváramos el “superávit gemelo” en el presupuesto y el balance de pagos y aumentaran la reservas internacionales. De todos modos, el país conserva la fortaleza suficiente para negociar sin miedo ni urgencias.


[1] Texto publicado por Página/12 el 20 de enero de 2016