sábado, 9 de abril de 2016

Soy del 49



Soy del 49. No de 1949, sino del 49% que vio renacer la esperanza y se sintió valorado en sus derechos. Integro el colectivo social, pero no cobré ninguna asignación universal por hijo; no fui parte de ningún plan social; no trabajé en el Estado nacional (aunque chorreo grasa militante); no fui beneficiado con ningún plan de ahorro para comprarme un auto, un terreno o una casa; no tengo madre, padre, hijo, nieto o familiar detenido-desaparecido (pero profundamente siento que las Madres, Abuelas, H.I.J.O.S. y Familiares son mi madre, mi abuela, mi hijo y mi hermano); tengo estudios universitarios y de posgrado y no necesité de un plan para terminar y continuar mis estudios.

Soy del 49% y cuando estuve desempleado, allá por el 2004, no me animé a llamar a Néstor y por ahí perdí la oportunidad de conocerlo, discurrir sobre política y emocionarme con “su” y “mi” querido Racing; no conozco de cerca a Cristina ni a Máximo (pero me alegraría mucho, si tuviera la oportunidad, abrazarlos); pertenezco al colectivo social que volvió a creer en la política, en los derechos humanos como política de Estado, en las políticas públicas como herramienta de igualación de derechos y oportunidades, en la inclusión social, la soberanía política, la independencia económica y la justicia social; que además de creer en los principios y convicciones que ingresaron y se quedaron por doce años en la Casa del Pueblo, vio cómo se materializaron en la realidad.

Soy del 49% que no realizó ninguna campaña del miedo, sino que anticipó lo que podría pasar y terminó pasando; que militó (y milita) con fervor cada día; que no tiene armas escondidas en ninguna avenida y en ningún otro lado; que no gana un centavo por hacer política; que se movilizó (y se moviliza) con el Pueblo y nunca recibió un choripán y una coca.

Soy del 49 y somos muchos más. Menos que el 51, pero mucho más que aquél 22 del 2003. Por eso soy del 49. Porque sigo militando con las mismas convicciones, mantengo los mismos principios y tengo más de 30.000 pesadas y hermosas herencias de vida que debo sostener por el legado que me dejaron. Porque entregaron la vida por más vida y porque debo pasar la posta a los que vienen detrás de mí; que son parte del 49, pero tienen 15, 20, 35.

Soy del 49 y ninguna ceocracia me va a callar; ningún ingeniero derribará los puentes que hemos construido y ninguna justicia será mejor que la Justicia Social. Por eso aguanto, resisto y me lleno de optimismo aunque el golpe del día a día me desmorone ante el aumento de un nuevo indigente, pobre o desempleado.


Soy del 49 por aquéllos, por éstos, por los que vienen y ningún sanguchito me elevará al 51. Porque hoy somos 2 menos, pero mañana seremos muchos más que 51…aunque parezca matemáticamente imposible que siendo menos podamos ser más. 

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